El vaciado es el proceso de transferir el concreto fresco, del dispositivo de conducción a su sitio final de colocación en las formaletas. Antes de la colocación se debe remover el óxido suelto del refuerzo, limpiar las formaletas y depurar y tratar en forma adecuada las superficies endurecidas de concreto previamente colocado. El vaciado y la compactación son actividades decisivas por el efecto que tienen sobre la calidad final del concreto. Un vaciado adecuado debe evitar la segregación, el desplazamiento de las formaletas o del refuerzo, y la adherencia deficiente entre capas sucesivas de concreto. Inmediatamente terminado el vaciado, el concreto debe compactarse, usualmente mediante vibradores. Esta compactación evita la formación de vacios, asegura un contacto cercano con las formaletas y con el refuerzo, y sirve como remedio parcial a una posible segregación previa.
El diseño estructural se basa generalmente en la resistencia al 100 % del concreto en los 28 días. (Arthur H. Nilson., 2001).
Tan pronto como el cemento se mezcla con el agua, comienza una reacción química que, finalmente, produce el endurecimiento del concreto. La primera etapa del proceso consiste en la mezcla húmeda viscosa. En poco tiempo se produce un endurecimiento inicial (llamado fraguado) y desaparece la naturaleza fluida de la mezcla. Antes de que ocurra el fraguado inicial, el concreto debe ser colocado en su totalidad en las cimbras, que se lleva a cabo en solo unas cuantas horas en el caso de mezclas comunes. Si se considera el tiempo que se requiere para cargar las “revolvedoras” en la planta dosificadora, conducirlas al sitio y colocarla en las cimbras, no hay mucho tiempo.
Las superficies del concreto que están en contacto con la cimbra adoptaran la forma y el acabado de las superficies de esta.
Una especificación común establece que el concreto se debe proteger de tal modo que no haya perdida de humedad en la superficie en los primeros siete días o 3 días si es de fraguado rápido o alta resistencia. Cuando las losas están suficientemente duras como para caminar sobre ellas, se cubren yute que se mantiene húmedo, o con un papel de revestimiento adecuado con sus bordes pegados a la losa. Otro método consiste en cubrir las losas con una capa de arena húmeda de 1 pulg. O aserrín húmedo. Otro método que se ocurre es rociar continuamente agua en las superficies expuestas. (Parker et al., 2001).
Literatura citada:
Parker y Ambrose, 2001, Diseño de Concreto Reforzado, Limusa Wiley, tercera edición, págs.47-48
Arthur H. Nilson, 2001, Diseño de Estructuras de Concreto, Mc. Graw Hill, duodecima edición, pags.33-34
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